Muy buen hotel, de estilo; las habitaciones no son muy grandes pero son simpáticas. El personal es amigable y atento en extremo. No es un hotel barato, pero vale lo que pagas. Cerca del jardín de Luxemburgo, La Sorbona en los límites del Quartier Latin y St. Germain, cerca de Notre Dame y el Louvre. Si tienes ganas de un café a las 4 de la mañana, dentro de 5 minutos lo tienes servido.