Desde luego no se puede esperar mucho de este hotel. Pero yo he dormido muy bien allí y pude comenzar el día siguiente de forma descansada. Estaba limpio y tenía mi propia ducha y baño en la habitación. El desayuno es como todos los hoteles baratos en Francia. Pan baguette (o croissant) con mermelada, café o té y si tienes suerte te dan un vaso de zumo de naranja. Entre todo, no me parece un mal hotel.